La esclerosis vascular consiste en la inyección en el interior de una vena varicosa de una sustancia esclerosante que provoca la irritación de la pared interna de la vena y una posterior fibrosis provocando la desaparición gradual de la variz.
Las sesiones son semanales y el número de éstas depende de la cantidad de varices, su extensión, y de la respuesta particular de cada paciente al tratamiento. Al principio pueden aparecer hematomas que desaparecen con la aplicación de cremas recuperadoras en poco tiempo.