La magnetoterapia se basa en la utilización de campos magnéticos continuos (imanes) o variables (bobinas o magnetos) para el tratamiento de problemas de dolor, inflamación, descalcificación de los huesos o lesiones musculares.
Se ha demostrado que en los huesos fracturados se producen corrientes eléctricas endógenas que son las responsables de poner en marcha los mecanismos de reparación y que estas mismas corrientes se generan en el tejido cartilaginoso. Fue así como surgió la terapia de electroestimulación, muy utilizada actualmente en el tratamiento de lesiones musculares, mediante la aplicación de corrientes eléctricas a la zona afectada.