Sin duda alguna el profesional más capacitado para realizar una técnica mínimamente invasiva, como es una perforación lobular, es el enfermero.
Un enfermero es el personal más competente porque:
Valora correctamente el estado general del neonato
Ha sido formado para la realización de técnicas invasivas (extracciones, inyecciones, cirugía menor…)
Se encuentra colegiado y asegurado contra responsabilidades derivadas de una mala praxis.
Para poner los pendientes utilizaremos una técnica sin dolor totalmente segura e higiénica. Administraremos previamente anestesia en spray y desinfectaremos el pendiente para garantizar la seguridad.
Puede resultar agresivo ante los ojos de los padres, especialmente por el hecho de tratarse de un bebé tan pequeñito y por que la aguja puede llegar a asustar, pero lo cierto es que, aunque tardemos más en desarrollar la técnica en comparación con la pistola perforadora, se trata de una punción suave, precisa y con previa anestesia local.